Además de que engorda, ¡INFLAMA! Y lo hace de muchas maneras.
¿Cómo? El azúcar se pega a las células como si fuera chicle y eso despierta que nuestro sistema inmunológico lo perciba como un ataque y produzca citocinas inflamatorias para defenderse.
El azúcar además inflama porque causa resistencia a la insulina (esto es especialmente importante para personas que tienen SOP). Demasiada insulina en sangre produce inflamación y causa aumento de peso. Además de que puede conducir a un tipo de diabetes y enfermedades del corazón.
La fructosa (un tipo de azúcar), además de inflamar es un potenciador del apetito. Este tipo de azúcar se encuentra en un montón de alimentos, pero me detendré especialmente en la fruta. Cabe mencionar que una pequeña cantidad de fructosa, en lugar de generar resistencia a la insulina o inflamación, mejora la sensibilidad a la insulina y la salud en general. Y cuando hablamos de una pequeña cantidad nos referimos a menos de 25g por día, que es lo que encontrás en tres porciones de fruta por día.
Sin embargo, cuando consumís fructosa en productos industriales bajo el nombre de “jarabe de maíz alto en fructosa”, “azúcar común” o “miel”, es decir en gaseosas y refrescos, golosinas, barras de chocolate, postres, yogures edulcorados y cereales para desayuno, estás consumiendo por lo menos 100g de fructosa adicional por día.
Si tu sensibilidad a la insulina es normal te recomiendo que consumas menos de 25g de azúcar por día y si tienes resistencia a la insulina o síndrome del ovario poliquístico (SOP) que evites todo tipo de azúcar adicional.
Vale hacer otra aclaración acá porque si bien el azúcar es un carbohidrato, no pasa lo mismo con otros carbohidratos como el arroz o las papas. El azúcar es inflamatorio y puede causar resistencia a la insulina, mientras que el almidón simplemente no lo hace.
Espero que esta información te ayude y en la semana seguimos charlando de otros alimentos inflamatorios.
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