Hoy quiero que hablemos de una de las variables que más afecta la búsqueda de un embarazo y que puede ser de las más difíciles de abordar. Me refiero al estrés.
En mi experiencia dictando talleres y atendiendo consultas de fertilidad todos los días, puedo observar que la relación que hay entre el estrés y la búsqueda de un embarazo efectivo es lo más parecido a un círculo vicioso.
La vida de pronto se detiene bajo las premisas “no quiero programar vacaciones porque espero en ese momento ya estar embarazada”, “tomar alcohol… no puedo, estoy buscando”, “¿mudarnos en este momento? Imposible, vamos a tener muchos gastos” y esa ansiedad, mezclada con el resultado que no llega, no puede más que generar frustración y más estrés que llevan a repetir el círculo con mayor intensidad.
Empecemos por definirlo.
Cuando hablamos de estrés, nos referimos a una respuesta saludable del organismo frente a una situación de supervivencia.
En principio deberíamos decir que estamos frente a una respuesta ADAPTATIVA y SALUDABLE, que lo que busca es asegurar nuestra supervivencia. Entonces, ¿cuál es el punto?
Lo primero que quiero que tengas en cuenta es que hoy en día el estrés no es una respuesta frente a un oso polar que viene a atacarte. Más bien suele ser una respuesta frente a una alta demanda exterior o interior (tu mente) que coloca a tu cuerpo en un conflicto de tu sistema nervioso, endócrino e inmunológico, provocando un desequilibrio que va a tener que ser resuelto en el momento en el que la demanda se reduzca.
Esto quiere decir que cada vez que vos pensás que las cosas te van a ir mal, que no sos capaz de dar vida, o que tu jefe te quiere despedir, o que te vas a quedar viviendo debajo de un puente (somos las mejores inventándonos historias!), básicamente estás poniendo a tu cuerpo en un estado de desequilibrio.
Cuanto más tiempo sostengas esta emoción y esos pensamientos, mayores y más dramáticos efectos van a tener sobre tu organismo.
Recordá que tu cabeza no sabe qué es real, qué te estás inventado, qué es presente o cuál es un recuerdo. Para tu mente solo existe un momento y una realidad, que es la que estás experimentando ahora.
A nivel de tu búsqueda, el estrés puede generar ciclos anovulatorios (es decir sin ovulación) o, lo que es más común, retrasando tu ovulación.
Te la pongo en simple: Si vos no sabés cuándo es tu ventana fértil, te guiás por aplicaciones que te dicen qué día vas a ovular, mirás sólo tu fluido tipo clara de huevo o te guiás con tu ciclo regular por el día 14, puede que estés programando tus relaciones demasiado “temprano” y esa sea la razón por la que no estás quedando embarazada.
La única manera que tenés de seguir tu ovulación (desde tu casa) es haciendo un seguimiento de TUS biomarcadores de fertilidad. No hay otra, no hay respuestas mágicas.
Antes de que me preguntes cómo vas a hacer para aprender esto te digo:
Tengo un curso alucinante que se llama “Divina ciclicidad” en el que hablamos de ovulación durante más de 6 hs. Ahí podés aprender a fondo cómo registrar tus ciclos y encontrar tu ventana fértil.
El ciclo “Activa tu fertilidad” tiene una clase sobre ovulación, una sobre nutrición y la última sobre gestión del estrés. Más de 6 hs de contenido. Una bomba de amor para tu corazón.
En el taller “Reprograma tu vida” te enseño cómo hacer para programar tu vida de una manera que te permita vivir con menos estrés/dolor y más momentos de bienestar.
Bueno, esta publicación llega hasta acá! Si querés más info escribime a info@mujersandia.com
Que la paz te encuentre!
Jorgelina.
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