top of page
Buscar
Foto del escritorJorgelina Diaz Cabrera (Mujer Sandía)

Glucosa: ¿qué efecto tiene tu última comida?

¿Tenés idea lo que provoca en tu cuerpo lo último que comiste? Pensalo, ¿cómo lo elegiste? ¿Eran solo ganas? ¿Un antojo? Aunque no sepas cómo funciona, cada comida que le das a tu cuerpo puede tener consecuencias en tu salud. Y en esta publicación quiero empezar a explicarte un concepto complejo, que creo fundamental para mejorar la calidad de tu salud (y también la de tu ciclo y tu fertilidad).


Normalmente nos alimentamos pensando más en lo que queremos, o en lo que nos recomendaron, que en lo que realmente necesitamos. Hay algo que es seguro, tu cuerpo te está hablando, pero probablemente no estés sabiendo interpretarlo.


Si querés entender lo que sucede, es necesario que empieces a familiarizarte con lo que hace la glucosa (la cantidad de azúcar en sangre) en tu cuerpo. Y para esto te propongo que empecemos por el comienzo.


La glucosa es la principal fuente de energía del cuerpo. La mayor parte la obtenemos de nuestra comida y es transportada a todas las células a través del torrente sanguíneo. Su concentración varia a lo largo del día generando picos que tienen consecuencias sobre nuestro estado de ánimo, sueño, peso, piel, sistema inmunitario y también sobre nuestra fertilidad. Si nuestros niveles de glucosa están desequilibrados, entre otras cosas que suceden, se disparan nuestras hormonas. ¿Te suena?


Si querés tener un buen estado de salud, tenemos que comenzar entonces por aplanar la curva de glucosa y la manera más efectiva de hacerlo es modificando lo que ponemos en nuestro plato.


En este sentido no solamente es importante lo que comemos, sino cómo lo comemos (el orden, la combinación y la agrupación de diferentes elementos).


Si querés saber si tus niveles de glucosa están desequilibrados, estos son algunos indicadores que te pueden ayudar a verlo:


-Tenés que perder peso.

-Necesitás comer cada pocas horas.

-Tenés antojos de dulces.

-A media mañana o media tarde te sentís cansadísima.

-No activás si no es con un café.

-Estás con problemas para dormir.

-Tenés acné, inflamación o problemas en la piel.

-Ansiedad, depresión o trastornos de ánimo.

-Tenés resistencia a la insulina, pre diabetes, diabetes tipo 2, hígado graso no alcohólico.

-Estás con desequilibrios hormonales, amenorrea, SOP, síndrome premenstrual o problemas de fertilidad.


Si tenés uno o varios de estos indicadores es momento de que trabajemos en aplanar tus curvas de glucosa (también de fructosa e insulina). Ahora que ya sabés que acá hay un tema, vamos a sentarnos a trabajar en esto. ¿Me acompañás?


Esta publicación continuará (¡lo prometo!), mientras tanto te dejo un beso de bajo índice glucémico.


Con amor,

Jorgelina.



73 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page