Continuando con las fases del ciclo, hoy vamos a hablar nada más y nada menos que de la ovulación.
Una vez que la carrera de los folículos comienza, solo 1 o 2 (en raras oportunidades) lograrán llegar hasta el momento de ser ovulados. En este momento el folículo se hinchará y activado por la hormona LH se romperá para liberar el óvulo.
A este acto es al que llamamos “ovulación” y si bien la sensación se puede sentir por unas horas o incluso días, es un proceso que toma solo algunos minutos.
Vale aclarar que la ovulación es un proceso de todo o nada. Esto quiere decir que no se puede ovular un poquito y que una vez que el ovulo haya sido liberado ya no habrá vuelta atrás. A partir de ahí solo quedan esperar dos cosas, quedarás embarazada o unas dos semanas más tarde tendrás tu sangrado. No hay otra opción. No se puede ovular y luego no quedar embarazada o sangrar.
Una vez que la ovulación sucede en el ovario, el ovulo va a viajar hasta las trompas de falopio esperando ser fertilizado en caso de que haya espermatozoides.
El resto de los folículos que estuvieron comprometidos en la carrera serán reabsorbidos por el ovario y es posible que durante unos días, si te haces una ecografía, los veas como quistes.
La ovulación no solamente es trascendental para poder concebir una nueva vida sino que la ovulación es la manera de producir progesterona, que es una hormona demasiado valiosa para tu salud (ya te voy a contar más).
Este es el momento que cambia el cambio de semillas en el ciclado. A partir de aquí, comienza la fase 2 y las semillas que corresponden son semillas de sésamo/ajonjolí y semillas de girasol.
Te abrazo con amor,
Jorgelina.
