Lo primero que tengo para decirte, por si no estaba claro. es que los fluidos cambian a lo largo del ciclo y cuando hablamos de “fluidos fértiles” o “infértiles”, no nos estamos refiriendo a la capacidad de la persona para gestar vida, sino a la capacidad que tienen esos fluidos, en ese momento exacto del ciclo, para nutrir a los espermatozoides y ayudarlos en su camino hasta las trompas de falopio, donde se produce la implantación del óvulo.
Existen distintos tipos de fluidos y la verdad es que se ven bastante diferentes en cada mujer, pero vamos a intentar explicar un poco mejor de qué va cada uno.
✔️ Fluido seco: Parece una paradoja pero no lo es. El fluido seco es aquél que se ve como una mancha blanca en nuestra ropa interior. Al exponerse con el oxigeno se seca y se endurece. Este fluido lo consideremos poco fértil.
✔️ Fluido pegajoso: Este tipo de fluido se caracteriza por parecerse a un moco. Suele tener una consistencia densa y si querés ver si se separa, pegando un dedo con otro, al despegarlos el fluido queda sobre uno de ellos. Este fluido tampoco es muy fértil.
✔️ Fluido cremoso: Es un fluido un poco más acuoso (no grumoso) y con una mayor capacidad de ser estirado. Tiene un color blanquito clarito. Es un fluido un poco más fértil que los anteriores.
✔️ Fluido de descarga: Es como un líquido que soltamos de un momento a otro (como si nos hiciéramos pis) y moja nuestra ropa interior. Este fluido tiene características fértiles.
✔️ Fluido tipo clara de huevo: Este fluido es el más fértil de todos. Si lo tocás con tu dedo pulgar y tu dedo índice, te darás cuenta de que al separar los dedos, el fluido no se corta. Es como una gelatina y es bien acuoso.
Los fluidos nos indican los cambios hormonales que están pasando dentro de nuestro cuerpo, y si bien eso también está relacionado con la ovulación, no son suficientes para confirmarla.
