Hoy quiero traer un tema que está relacionado con todo (y cuando digo con todo hablo en serio). Me refiero al sistema inmunitario.
En esta época que estamos viviendo, en donde pasamos o hemos pasado muchísimos meses encerradas en casa, siendo bombardeadlas 24/7 con noticas dramáticas en los medios de comunicación y mucho dolor a nuestro alrededor, no es de extrañar que el sistema al que más atención tengamos que prestarle sea justamente a este, el sistema inmunitario.
Poco se habla sobre esto y es, a mi entender, el origen de muchas patologías (herpes, papilomavirus, endometriosis, cáncer, covid y muchas más).
La función del sistema inmunitario es generar una defensa natural que evite la proliferación de diferentes elementos patógenos (virus, bacterias, tumores, etc) que puedan ir contra el organismo. Su función entonces es detectar agentes dañinos y combatirlos, para proteger las células y tejidos.
El punto es este, si tu sistema inmunológico está lo suficientemente alto, muchas de estas patologías que te contaba más arriba, simplemente no son capaces de desarrollarse en el cuerpo. De alguna manera esta barrera llega a “desactivarlos” antes de que se extiendan y tomen el control.
Poco se habla de esto porque la prevención está bastante lejos de ser un negocio (a diferencia de la medicación). Pero como la sabiduría ancestral nos dice, “mejor prevenir que curar”.
Está de más decir que este sistema está profundamente influenciado por aquello que comemos y también por cómo nos sentimos (depresión, estrés, cansancio). Dejo esta reflexión acá colada: el dinero puede curarte, pero la paz y el tiempo para vos hacen que no te enfermes. Dicho esto, veamos con qué se relaciona la bajada de este sistema.
A nivel emocional está profundamente relacionado con la disminución de la confianza en mí misma, en los míos o en mis relaciones.
Inconscientemente, he vivido mi vida sin defenderme de los ataques de los demás y de alguna manera no he sido capaz de “luchar por mi”. Las preguntas acá serían ¿Cuáles son los sueños por los que no estás luchando? ¿A qué le tenés miedo? ¿Cuál es la batalla que creés haber perdido?
Sin embargo, existen otro tipo de patologías relacionadas con el sistema inmune que son las llamadas enfermedades “auto inmunes”, en las que el sistema inmunológico ataca el propio cuerpo. Es decir que este ataque es a su vez un intento de defensa.
Esto se presenta en enfermedades como la endometriosis por ejemplo, y suele estar relacionado emocionalmente con todo lo contrario de lo que estábamos viendo. Aquí hay un exceso de defensa, un exceso de lucha. Normalmente se trata de personas que entienden que para tener lo que quieren tienen que pelear porque el mundo es complicado y está en su contra. Las preguntas acá serían, ¿Quiénes te están atacando? ¿De qué te estás defendiendo? ¿Qué es lo que te tiene en riesgo? La victoria en este sentido es reconciliarse con la paz y dejar las armas a un lado.
Hay muchas maneras en las cuales la fitoterapia y los cambios de hábitos y alimentación pueden ayudarte a mejorar tu sistema inmunológico. Asi que si querés que te ayude con este u otro tema escribime por inbox y coordinemos una cita, estoy atendiendo de manera online.
Te dejo un beso,
Jorgelina.
* Información trabajada en la formación de fitoterapeutas de Florencia Fasanella.
